A veces parezco
una nena. Me encapricho con algo y lo quiero con todas mis fuerzas. Si no lo consigo me frustro, incluso a veces lloro. No sé ni por que soy así, como de
razonar como una mujer me convierto en una infantil de un segundo a otro. No lo hago a propósito, pero la vida me hizo así. Igual, no me molesta frustrarme. En serio, no me molesta que salga todo mal, todo al contrario de lo que me gustaría...Porque esa es la única manera de que lo siento real, que
no lo sienta un sueño.
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