¿Momentos de pasarla bien? Hubo millones. Así con esa cara de nena la pasaba bárbaro.

La lucila, hace cuatro años. Tenía un entusiasmo de estar en la playa como si tuviera cinco años, pero OJO, me hacia la grande. Es que con doce/trece años ya sos toda una pre-adolescente. Si te fijas, usaba un vestido de playa para estar adentro de la casa. Genia? Siempre.



Pero la pasaba bien. Con este señor la pasaba bien. No se nota porque eramos tan buena onda que nos sacabamos una foto al lado del mar con la mejor cara de orto posible, pero era porque no queríamos fotos. Bueno, yo era la que no quería fotos, porque a él siempre le gustaron.
Quiero ir otra vez a la playa con vos señor, así que volvé que ya se esta haciendo verano, es época de playa y no apareces. Volvé, dije. No sé donde estás, porque no creo en esas cosas del cielo, pero sé que en algún lugar tenes que estar.

Si, tengo diecisiete años, gente. Ya sé, no lo digan, parezco la nena de doce o trece años. Que se yo, te extraño, papá. Debería empezar a sonreir más.
Últimamente puedo medir mi felicidad por el tamaño de mis pupilas; me explico.
Estoy drogando mis sentidos, y dejando a mi alma y a mi mente tranquilas... Simplifico.
Y que la puta de la vida aquí rozando mis tejados ya me agobia.
No puedo ignorar esta sensación de mierda que me mata de manera obvia.
Tengo fobias y miedo de quedarme aquí parada y no moverme,
Olvidarme de cómo volar y salir por la ventana mientras todo el mundo duerme.
Verme un día más y no reconocer a la persona detrás del espejo,
de arrugar mi corazón y con estos pensamientos que consumen mi cerebro, hacerlo viejo.
Tejo un par de alas por si alguna de esas estrelladas noches decidieras venir a buscarme,
a alejarme del profundo pozo en el que me hundí el día en que nos dejaste.

Me he derramado en millones de lágrimas que no harán que vuelvas,
y desates este cuerpo inútil que se enreda cada día más el corazón de cuerdas.
Han arrancado de mi vida el oxígeno,
y no es que no me pase nada bueno o es que no consiga nunca ver el vaso medio lleno
Sino... que no sé convivir con lo que me queda sin ti, ¿me entiendes?
Intento encontrarle el sentido a esto, pero de qué me va a servir si no estás tú pa' sorprenderme.
Últimamente puedo medir mi felicidad por las veces que te inhalo; me explico,
Anestesio con este humo blanco el dolor que siento mientras se quiebra mi halo; no replico.
Soy
demasiado
JOVEN
para
   ser
   TAN
   infeliz.


Dondé está mi sonrisa? Hay gente que la pasa mucho peor, Camila
Veinte de Noviembre del 2013.
Si, ahí está. Todo 6° de arte pidiendonos perdón por las peleas y agradeciendo el curso que tenemos. Nuestra fiesta de egresados: mucho alcohol, mucho descontrol. Si, yo soy la que esta de espaldas, el koala. Si, ese que vieron dandose picos en la previa, tirada todo el tiempo en el suelo del trensito, bailando con strippers y con el disfraz mojado porque en el baño mee para todos lados.

Si, mi colegio lleno Pinar de Rocha y todos hablan de nuestra fiesta. Lo único que mas lamento es haber esperado tanto tiempo para darme cuenta del curso COPADO que me tocó; y todo por peleas pelotudas. Hasta lloré en la previa con una compañera porque me puse mal...Lo que hace el alcohol. No me acuerdo de media noche y llegué sola a mi casa en remis. Lloré en los brazos de mi mamá hasta que me dormí porque pensé que me había perdido. Si, así de mal estaba. Que locura, ya pasó todo y quiero que se repita mil veces. No cambiaría nada, nisiquiera mi mala puntería en el baño, total en una semana no veo nunca más a nadie.

AH, RE FEO. Nunca más a nadie, nunca más piso el colegio. Algo así como muy loco, no? Y bueno, no podía dejar de hablar de mi fiesta de egresados en el blog que nunca escribo, porque así soy yo. Me cruzé con gente muy copada y estoy muy feliz de todos los que fueron. Nunca la pasé tan genial y eso se lo debo a todos mis compañeros y a mi vieja, que me pagó todo. Todo muy barbaro y, aunque me faltó Hernán, agradezco no haber estado de novia porque me sacaban todos los pelos en la fiesta.

Nada, lo mejor de lo mejor. Gracias Arte. 
El era un fabricante de mentiras,
el tenía las historias de cartón.
Su vida era una fábula de lata
sus ojos eran luces de neón.
Y nunca tengas fe que sus mentiras puedan traer dolor.

Ella era una típica inocente
zapatos negros, medias de algodón
que sólo era feliz en el colegio,
que nunca tuvo en su piel amor.
Inútil es decir que lo que le dijeron lo creyó.

Querrán saber el fin de nuestra historia,
algunos lo podrán imaginar,
la niña que sin pena y sin gloria
perdió sus medias y su castidad.

Preciso es condenar al que se burla de nuestra moral.
Pero hay alguien que nadie puede explicar:
¿por qué la niña ríe en vez de llorar?

Un poco de Sui Generis para calmar al corazón.
Se supone que en algún momento de la vida uno deja de sufrir al menos por un rato, ¿No?

      Yo no quiero llorar siempre.
Ya te da igual todo lo que eramos. YA NO TE IMPORTA UNA MIERDA DE NADA. Al menos dame un adiós digno, que seas un pendejo no te da derecho a ir haciendo mierda a la gente.
Estoy esperando que llegue mi tren.
Gente que amas y al día siguiente se va. Al mes siguiente extrañas. A los dos meses la queres. Con el tiempo la olvidás.
La gente pasa en la vida, no es permanente. Hoy la queres y mañana, con suerte, te acordas el nombre. Gente que no te queres olvidar nunca, gente que te queres olvidar lo más pronto posible. Gente que está siempre y gente que brilla por su ausencia. Gente de todos lados: colegio, trabajo, facultad, barrio, club. Gente. Buena, mala, presente, ausente. Familia que se va, amigos que ya no estan, amores que perdés.

Solo espero no olvidar a nadie, ni una sola persona que pasó en mi vida. No quiero ser móvil como todos.
¿Cómo podía saberlo? Era una niña. ¿Por qué no me dijiste que era peligroso? ¿Por qué no me lo advertiste? Las mujeres saben de lo que tienen que protegerse, porque leen novelas que les cuentan de esos trucos, pero yo nunca he recibido esa educación, madre. Nunca he tenido la oportunidad."

 
Tess of the D'Urbervilles.