Y en mitad de todo eso, siempre estaba Damen.

 Como el cemento que unía las tejas, como la cubierta de un libro, él llenaba mis espacios en blanco y lo mantenía todo en su lugar, impidiendo que el contenido se derramara. No obstante, cada vez que tenía un examen sorpresa, cada vez que me lavaba el pelo, en cada comida, en cada película, en cada canción, cada vez que me sumergía en el jacuzzi, me acordaba de él y me sentía aliviada al saber que estaba ahí fuera, en alguna parte...aunque había decidido no verlo más. 
Ni una sola señal se asoma en tu vida, ni una sola para mí.
¿Acaso no sirve de nada que este aquí, intentando proteger tu alma y tu corazón?

No me llega el aire a los pulmones.
Perderte no era nada esperado, ya debés saber. Vivir soñando con un día en que ya no estes en mis pensamientos. Vivir soñando con nunca olvidarte.
Soñar con levantarme del profundo pozo en el que me hundí.

Soñar con esa sonrisa tuya tan típica.
Esa sonrisa entre besos, esa sonrisa que confirmaba tu inocencia.
Tu pureza. La mía.
Soñar con volver a sentir amor por alguien más.

Nada más lindo que estar enamorado, otra vez.
 
¿Cuándo llegarás, mi querido "Algo de azúcar en los labios"?

- Ahora ya no sé de qué forma mirar el mundo. No veo calles, semáforos y coches, veo demonios y ángeles. Todo es diferente.

- El mundo es el mismo, eres tú la que es diferente.